Expertos lo aducen a la evolución de esta forma de entretenimiento gracias a la aparición, por ejemplo, de consolas inalámbricas
Por Elespectador.com
Son muchos los investigadores que se han aventado a analizar la influencia de los videojuegos en jóvenes y adolescentes ante el auge de la era tecnológica, es el caso de Edward Swing, investigador de la Universidad de Iowa (EEUU), quien en 2010 señaló que los juegos de video elevaban el riesgo de problemas de atención.
Sin embargo, ante los mitos que giran alrededor de esta forma de entretenimiento, que en ocasiones es tildada de perjudicial e inoficiosa, estudiosos del asunto han señalado que la tendencia hoy ha cambiado gracias a los cambios en las consolas y los nuevos métodos de juego. Lo que indica que los videojuegos pueden llegar a jugar un papel fundamental en el desarrollo psicomotriz de niños y adolescentes.
De acuerdo con Andrés Hoyos Melo, psicólogo educativo de la Universidad Nacional de Colombia, “los videojuegos son un desarrollo tecnológico acorde a nuestros tiempos; se basan en principios de competencia y están directamente relacionados con el uso de estrategia, agilidad y concentración. Los videojuegos pueden ser utilizados como herramientas educativas, en la medida en que su uso no difiere mucho de lo que se hace o podría hacerse con las nuevas tecnologías de la información”.
Sin embargo, Hoyos advierte que: “es importante tener en cuenta que el videojuego como herramienta educativa, por sí solo, no funcionaría si no hay una orientación con fines pedagógicos por parte de un mediador (docente o facilitador), ni se tiene claro el mensaje o el tipo de aprendizaje que con él se quiere motivar”.
Aunque los videojuegos han sido considerados por décadas como una diversión pasiva, en los últimos años han evolucionado gracias a la aparición de consolas inalámbricas que obligan a los jugadores a estar en constante movimiento, de modo que también se estimula la actividad física.
Adicionalmente, los videojuegos también son importantes herramientas educativas, que al ser bien utilizadas, sin duda traerán beneficios a niños y adolescentes, puesto que pueden fortalecer conocimientos, y enseñan a reconocer cuando hay buenas o malas conductas a través del ensayo y error.
“Los videojuegos pueden incidir en el desarrollo de los adolescentes porque les permite reforzar aspectos como la motricidad fina, la resolución de problemas, el aprendizaje de reglas, la concentración e incluso la convivencia” agrega Hoyos.
Al igual que con cualquier actividad se deben tener en cuenta los distintos tipos de usuarios. Por ejemplo, para un adolescente hiperactivo un juego de estrategia, que implique paciencia y un reiterativo ensayo y error, puede resultar exasperante. Mientras los juegos de estrategia que promueven el pensamiento divergente, y la posibilidad de ejercitar la creatividad y la solución de problemas, están bien indicados para este tipo de jóvenes. Los juegos de deportes al igual que los de acción, permiten liberar tensiones y competir y son recomendados para todas las edades.
En conclusión, determinar el tipo de juego, los roles que se plantean, el tiempo dedicado y las destrezas o habilidades que ofrecen los videojuegos, son factores claves a la hora de incorporarlos en las opciones de diversión que tienen los adolescentes. Pueden ser un catalizador y a la vez un canal de desarrollo de destrezas con el cual los padres de familia pueden contar a la hora de incorporarlos en el abanico de posibilidades de entretenimiento, incluidas las actividades físicas.
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