UNA 'START-UP' QUIERE COMERCIALIZAR BATERÍAS LÍQUIDAS
Una compañía de Cambridge está desarrollando baterías baratas capaces de almacenar energía de turbinas eólicas y paneles solares.
Por Kevin Bullis
Traducido por Francisco Reyes (Opinno)
El espacio de trabajo en el pequeño sótano que sirve como sede a Liquid Metal Battery, en Cambridge, Massachusetts (Estados Unidos), se parece más a un taller mecánico que a un laboratorio de alta tecnología salido del MIT (Instituto Tecnológico de Massachusetts).
En el lugar de cámaras de vacío y filas de cajas selladas de guantes puede verse una gran sierra de cinta, un taladro y una estación de soldadura. En otra esquina se encuentra un horno común y corriente como el que podría formar parte de un taller de cerámica. Aunque la tecnología de la compañía se basa en procesos químicos avanzados, las baterías tienen un aspecto rudimentario: latas de acero de paredes gruesas que los investigadores llenan de un polvo recogido de grandes cubos y barriles.