Esta ley dicta: El volumen de un gas es directamente proporcional a la temperatura a que está sometido; es decir:
1) Si la temperatura aumenta, el volumen del gas aumenta.
2) Si la temperatura del gas disminuye, el volumen disminuye.
O simplemente, los gases tienden a expandirse cuando se calientan.
Esto se debe a que cuando la temperatura del gas aumenta las moléculas se mueven con más rapidez y tardan menos tiempo en alcanzar las paredes del recipiente. Esto quiere decir que el número de choques por unidad de tiempo será mayor. O sea, se producirá un aumento (por un instante) de la presión en el interior del recipiente y aumentará el volumen.