¿MATARÁ LA TELEVISIÓN POR INTERNET AL CABLE?
Por Cristopher Mims
¿Qué ocurre cuando el contenido se separa de los medios que lo distribuyen? Su compañía de cable preferiría no saberlo.
El director general de Netflix afirmó algo un poco loco y probablemente cierto. En relación a los televisores inteligentes y los decodificadores de televisión del futuro, señaló: "Su proveedor de cable será una aplicación".
He aquí la importancia del asunto: la historia nos ha enseñado que en el momento en que se separan los medios de distribución de los contenidos que distribuyen, los antiguos monopolios se descomponen, las suposiciones se tiran por la ventana, los ingresos caen en picado, las empresas gigantes de derrumban y, de sus cenizas, nacen otras completamente nuevas.
Todos sabemos lo que pasó cuando Internet sustituyó al periódico como fuente principal de noticias escritas--y, no menos importante, cuando sustituyó a las múltiples formas de publicidad que solían acompañarlo. Actualmente, los medios de recopilación de noticias se dan cuenta de que el cuarto poder siempre ha estado subvencionado, y la imposibilidad de encontrar una fuente alternativa de subvención significa que la contracción en esa industria ha sido profunda.
Lo mismo está a punto de suceder con las redes de cable. De hecho, ya está sucediendo: En 2009, Time Warner y Time Warner Cable se separaron, lo que significa que HBO y los demás estudios de Time Warner ya no son propiedad de una de las empresas que controlan la infraestructura física para distribuirlos. Comcast, por otra parte, todavía tiene participaciones significativas en una serie de creadores de contenidos.
Así que si el cable se convierte en otra aplicación en su televisor, en otro icono en su decodificador habilitado para recibir Google TV, su Roku o Apple TV, o su dispositivo Samsung con Android, la relación de monopolio entre el propietario de la infraestructura de distribución y el proveedor del contenido de dicha red se romperá, más o menos.
Esta es sólo una de las razones por las cuales "la neutralidad de la red se encuentra bajo amenaza constante: Dado que las compañías de cable también proporcionan la gran mayoría de servicios de Internet de banda ancha en Estados Unidos, les interesa privilegiar sus propios contenidos y, especialmente, asegurarse de que no se convierten en otra aplicación más, indistinguibles de los otros contenidos a la carta en nuestros televisores.
Dios no quiera que los contenidos tengan que competir por sus propios méritos. ¿Se imagina algo así? El dinero huiría--y suponemos que le llegaría más a Google y sus sucesores. Contenidos más amateur, valores de producción más bajos, una audiencia fragmentada. En otras palabras: la televisión por fin empezará a parecerse a la web.
De Technology Review (MIT)
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