martes, 24 de abril de 2012
INNOVACIONES
En búsqueda de la ansiada eficiencia, los alemanes parecen haber dado con la clave para aprovechar al máximo los rayos del sol para generar energía sin necesidad de instalar sofisticados paneles en el techo de casas y edificios.
Son ventanas solares. El concepto no es nuevo, ya que se viene hablando de ello desde 2010, pero la empresa Heliatek afirma que por fin logró producir un prototipo de material que permitirá fabricar ventanas solares totalmente transparentes.
Si todo va bien, dice la empresa, su comercialización podría ser un hecho en 2015.
Como gafas de sol
Las ventanas solares diseñadas anteriormente, explicó la directora de marketing de Heliatek Steffanie Rohr a BBC Mundo, "son transparentes excepto en los espacios donde está la parte activa. Lo que hace que se proyecten sombras, por ejemplo, en el papel de la persona que trabaja, lo que es desagradable".
Otro tipo de ventanas más transparentes, como aquellas que emplean células de silicona amorphous, "cambian el color de la luz al traspasar el vidrio, quedando de color rojizo o marrón".
Sin embargo, Heliatek asegura que el material de las ventanas que han logrado desarrollar luce como unas gafas de sol, ya que la zona activa de los paneles es transparente.
Moléculas orgánicas
La tecnología utilizada en estas ventanas emplea un tipo de células traslúcidas que irán insertadas en cristales tintados. Estas células están compuestas por moléculas orgánicas de cadena corta, que conforman un material ligero y flexible.
Además de incorporarse a las ventanas de los edificios, sus fabricantes afirman que podría incluirse también en otros materiales no transparentes, como roca, concreto o ladrillo, para que todo el edificio sea capaz de generar electricidad limpia.
Otra ventaja que tiene este material respecto a tecnologías ya existentes, aclaró Rohr, es que además de presentar una gran eficiencia en absorción de energía (9.8%) ésta no disminuye cuando el cielo está nublado, algo que sí sucede con las células fotovoltaicas actuales.
Ventajas y desventajas
En países en desarrollo esto podría tener claras ventajas, dice Rohr.
"Es muy ligero, flexible, no se rompe, así que su transporte es muy fácil y poco costoso. Además, al contrario de otro tipo de paneles, no dejan de funcionar a temperaturas muy elevadas".
No obstante, los países en desarrollo no podrán beneficiarse de esta tecnología hasta que sus fabricantes consigan solucionar una de sus mayores problemas: el precio.
Por el momento, fabricar este tipo de material es muy costoso y su desarrollo ha sido en parte resultado de los fondos que esta compañía con sede en Dresden ha logrado captar tanto de la Unión Europea como de empresas privadas com Bosch y BASF.
"Es un tema de economía de escala", aclara Rohr, "porque no producimos en volumen, pero cuando produzcamos en masa, el precio se abaratará".
Tomado de BBC-Mundo Tecnología
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