martes, 1 de octubre de 2013

«MEMES»: LA MANIPULACIÓN QUE GOBIERNA NUESTRAS VIDAS

Por Inma Zamora
@INMAZAMORA / MADRID


Sin habernos percatado vivimos dominados por los fenómenos virales. Algunos políticos y empresas ya conocen su funcionamiento y saben cómo utilizarlos a su favor. ¿Es tarde para ponerle freno?

«Situation Room» es la imagen de Pete Souza que muestra al equipo de Barack Obama siguiendo al detalle la «Operación Gerónimo»

La instantánea sobre estas líneas en la que parte del equipo del presidente de EE.UU., Barack Obama, presencia atónito la operación que acabó con la vida de Osama Bin Laden casi diez años después del fatídico 11 de septiembre pasará sin ninguna duda a los anales de la historia como una de las fotografías más comentadas y difundidas de la era de internet. Desde que el fotógrafo de la Casa Blanca, Pete Souza, decidiera ilustrar con esta imagen aquellos tensos momentos durante la «Operación Gerónimo» y publicara la fotografía en su cuenta de la red social Flickr, la instantánea no pasó un solo minuto sin ser compartida y descargada hasta el punto de convertirse en la imagen más vista en la historia de la red social.

La cuenta oficial de la Casa Blanca en Flickr, seguida al día por miles de ciudadanos de todo el mundo, llegó a recibir tras la publicación de«Situation Room» -así es como se titula la imagen- hasta 3.6 millones de visitas diarias, algo que ni siquiera las populares instantáneas de la Boda Real del Príncipe Guillermo y Catalina de Cambridge habían conseguido lograr.

Al igual que está presente en la mayoría de los acontecimientos que tienen que ver con el presidente de los Estados Unidos, Pete Souza también se encontraba en aquella ya histórica sala en la que el equipo de Obama presenciaba el desarrollo de la misión. Aunque disparó cientos de fotografías, Souza decidió publicar únicamente cuatro de ellas en la red social, precisamente las que consideró que ilustrarían a la perfección los tensos momentos de la misión. Sin lugar a dudas, «Situation Room» había sido claramente escogida con un solo fin: fortalecer la imagen del presidente ante la opinión pública.

Fue la viralidad lo que provocó que rápidamente la imagen se transformara en un «meme» o, lo que es lo mismo, una idea que se contagia de manera vertiginosa de unos seres humanos a otros. La periodista Delia Rodríguez, autora de «Memecracia. Los virales que nos gobiernan» afirma a ABC que instantáneas como «Situation Room» consiguen imitar tan fielmente al «fotoperiodismo real» que acabamos por compartirlas sin percatarnos de sus intenciones, motivo por el cual consiguen propagarse y pasar al imaginario colectivo como «reales» sin que sepamos, en realidad, que tales fotografías persiguen una finalidad determinada.

Que el término sea desconocido por la gran mayoría no quiere decir que el «meme» acabe de nacer. Las leyendas urbanas, los rumores, son también «memes», fenómenos contagiosos y que, indudablemente, se han multiplicado gracias a internet. En su recién estrenado libro, Delia Rodríguez analiza el fenómeno que ella misma ha bautizado como «Memecracia» y en el que los «memes» han adquirido un protagonismo indiscutible en nuestras vidas. Para la autora, la «Memecracia» no es otra cosa que «un mundo en el que los arquetipos que logran captar la atención ciudadana y guiar su comportamiento no son los mejores, ni los más nobles, ni los más útiles, ni los más veraces, sólo son los más contagiosos».

Ninguna receta mágica hace que un «meme» triunfe pero, como afirma la autora, «tampoco es únicamente cuestión de suerte». «Las emociones intensas (hilaridad, indignación, sorpresa, etc) incitan a compartir algo y además para que algo sea viral tiene que hacernos pensar en los demás». De hecho, para que una historia se transforme en un «meme», el usuario debe tener en todo momento la necesidad de compartirlo, de comentarlo, de no dejar que se pierda en el olvido. Así lo afirma la periodista, quien cree que el ser humano «no puede evitar compartir, está en sus genes, pues la curiosidad compartida con otros es lo que nos ha sacado de la cueva».

En este sentido, Delia Rodríguez destaca que hay tres razones que explican esta imparable ansiedad por compartir información: «La primera es que lo hacemos por los demás, pues los investigadores han comprobado que en nuestro cerebro se ilumina la parte que se dedica a pensar en los demás cuando vemos un contenido viral. Además, también compartimos por nosotros mismos, pues necesitamos extender nuestros memes y que no se pierdan porque así evolucionamos. El tercer motivo es, sencillamente, que no podemos evitarlo. Necesitamos relacionarnos "porque sí". Los chismes, cotilleos, hablar por hablar mantienen esos lazos sociales de los que dependemos. Cuando estamos enviando a alguien el 'OLA K ASE' a veces solo queremos decir eso, hola».

Obama, rey del «meme»

Hay políticos y empresas que tienen bien aprendida la lección del «meme» y saben cómo utilizarlo. «Algunos políticos tratan de manipular constantemente a los medios, es algo que siempre ha formado parte del trato». No en vano, Delia Rodríguez señala a Barack Obama como el mayor experto en memética, pues es, en sus palabras, «el rey de la 'memecracia'». «Obama no solo es capaz de llegar a los medios de comunicación con imágenes como 'Situation Room', sino que también llega a los ciudadanos. Más que asesores, el presidente de EE.UU. tiene ingenieros del 'meme'. Empleó en sus campañas lo último en tecnología e investigación de redes sociales para conseguir el voto, da entrevistas en Reddit, proporciona material para montajes y remezclas, utiliza a los famosos, abusa del storytelling y la emoción en sus discursos, lanza 'memes' llamativos en sus debates para ridiculizar al contrario...En definitiva, lo sabe absolutamente todo sobre cómo contagiar ideas. Obama baila, da titulares, hace gestos, llora...».

También las empresas han aprendido en los últimos años a hacer un buen uso del «meme». «Lograr un producto contagioso es lo mejor que le puede pasar a una compañía, cuando 'Solán de Cabras' introdujo en el mercado su famoso envase de cristal azul tuvo tanto éxito que dos millones de botellas fueron hurtadas de las cafeterías en un mes porque todo el mundo quería llevárselas a casa. Las ventas aumentaron un 17% y el producto seguía siendo el mismo, agua».

La calidad de los medios, en peligro

Delia Rodríguez se muestra segura al afirmar que internet ha puesto en peligro la calidad de la información en los medios. «Es imprescindible que los medios capten la atención del usuario, hay que pelear por cada lector, pero solo podremos hacerlo dándole un producto periodístico tan bueno que quiera volver. Con ética, tiempo y recursos se puede utilizar todo lo aprendido en la era de la «Memecracia» para construir una nueva etapa dorada en los medios de comunicación». Además, la autora recalca cómo internet «ha revolucionado la vida de las ideas y todos los oficios que trabajamos con ellas hemos tenido que adaptarnos. Los periodistas no paramos de verter información clónica y tóxica a internet, algo que se ha vuelto contra nosotros porque cada gota de información queda diluida en un mar de irrelevancia».

Sin embargo, y aunque pudiera parecer lo contrario, el «meme» no tiene por qué tener siempre una connotación negativa. «Hay 'memes' fascinantes, divertidos o que cumplen una función social. Además, detrás de un 'meme' podría esconderse un buen reportaje», afirma la periodista.

¿Es posible escapar del «meme»? Delia Rodríguez parece tener la respuesta: «Estamos en un escenario bastante negativo, pues ya nos encontramos en mitad de la «Memecracia» y no nos hemos dado cuenta. Su mayor peligro es que está pasando desapercibida y la única herramienta que conozco que puede desactivar los intentos de manipulación es el conocimiento».

Tomado de abc.es

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