sábado, 26 de octubre de 2013

LA EXTRAORDINARIA FUERZA DE LA TECNOLOGÍA

EXIGIMOS A LAS AUTORIDADES LOCALES UNA INVESTIGACIÓN INMEDIATA...
Por Lola Pardo


Nada más darle al “Play” del vídeo suena una música apocalíptica mientras que, en la banda superior, aparece un mensaje inequívoco: “¡clica aquí para suscribirte!. ¡Apóyanos!. Somos anónimos, juntos somos una legión”. Por una limitación de espacio, la firma no incluye el cierre que se ha convertido en una marca de la casa: No perdonamos. No olvidamos. Aquellos que sigan la trayectoria de Anonymous ya habrán adivinado que este vídeo es un material de denuncia publicado por esta organización.

Los que no estén familiarizados con la cuestión y se animen a ver el vídeo, podrían atemorizarse con las imágenes que se muestran cuando la música deja paso al silencio. Es entonces cuando, sobre un fondo negro, se ve una siniestra máscara (también es sello de la casa) y se escucha una voz en off que, con bastante parsimonia, lanza la siguiente denuncia: “exigimos a las autoridades locales una investigación inmediata (...) si la policía es demasiado cobarde o corrupta para hacer su trabajo, si el sistema de justicia los ha abandonado, entonces vamos a tener que dar la cara por ellas".

Una vez publicado, el vídeo Anonymous lo difundió a través de diferentes perfiles en redes sociales. Esta acción tenía un único objetivo: la reapertura de un juicio por la violación de dos menores que fue archivado por falta de pruebas. Los hechos que denuncian sucedieron en Maryville, un pueblo perdido de Missouri de 12,000 habitantes. El pasado 8 de enero Daisy pasaba el día con su mejor amiga. Será una fecha que ambas no podrán olvidar ya que las violaron y las dejaron tiradas durante horas en el patio trasero de su casa. Daisy tiene 14 años (su amiga es un año menor) y los análisis que le hicieron en el hospital establecieron que el nivel de alcohol que tenía en la sangre era casi el doble del límite legal. Por si no fuera suficiente horror, a raíz de estos hechos, la familia de Daisy se ha visto obligada a abandonar la ciudad. Su casa ya no existe. Fué quemada hasta los cimientos. Esta historia no es un guión de cine. Es real. Incluso existe un vídeo donde se recogen imágenes de la violación.

En el vídeo se ve a un joven estudiante universitario. Es una estrella del equipo de fútbol local. Se llama Mateo Barnett y, desde el primer momento, fue considerado como el principal sospechoso. Según su versión de los hechos, la relación sexual que mantuvo con Daisy y su amiga fue consentida. En el juicio Mateo fue considerado inocente. Lo que llevó a la red de Anonymous a implicarse en esta historia fue una circunstancia personal de Mateo. El abuelo del joven es Rex Barnett, un influyente político del estado de Missouri que, al parecer, movió todos los hilos posibles para que la policía abandonara la investigación y diera por cerrado el caso.

Según denuncia el vídeo de Anonymous, la historia de Daisy se repite con demasiada frecuencia. En algunos casos, las jóvenes se suicidan tras sentir la falta de apoyo del sistema. Se sienten abandonadas por la policía, sus profesores y los adultos que las rodean. Aquí es donde entran las redes sociales y Anonymous. Esta organización entiende que las redes sociales son una gran oportunidad para denunciar estas situaciones de injusticia. Allá donde antes una historia se podía mantener oculta tras un muro de silencio ahora se puede abrir una ventana que traiga aire fresco.

Esto no es del todo nuevo. Es algo que los medios de comunicación hacen todos los días. De hecho, la denuncia del caso de Daisy parte de una investigación realizada por Dugan Arnett, un periodista del Kansas City Star. Lo que sí es nuevo es el impacto que puede llegar a tener una denuncia como esta. El artículo de Dugan se convirtió en uno de los más leídos en Reddit. A partir de ahí todo sucede en cadena. Anonymous lanza el vídeo de denuncia (que en la primera semana superó los 130.000 visionados y fué censurado por Youtube), difunde la denuncia a través de su cuenta en Twitter(YourAnonNews) y de perfiles de otros activistas en otras redes como Facebook.

Una vez puesta en marcha esta maquinaria, la historia deja de ser una denuncia olvidada en una comisaría de Maryville, un pueblo perdido de Missouri de 12,000 habitantes, para convertirse en noticia y ocupar titulares en periódicos de todo el mundo. De lo que no cabe duda alguna es que los de Anonymous tienen razón cuando afirman aquello de “juntos somos una legión”.

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