ESTE MES HACE 30 AÑOS QUE EL CD COMENZÓ A SONAR
Por Steve Guttenberg
CNET.com
El disco compacto cambió la forma de escuchar música en la década de 1980. El primer reproductor de Sony, el CDP-101, salió a la venta el 1 de octubre de 1982, en Japón, y seis meses más tarde, en los EE.UU. A un precio de $1,000 era bastante caro, pero los suministros eran limitados, por lo que cada uno se vendió por el precio marcado. Antes de que llegara el CD, el mercado de la música comercial se dividía entre los discos de vinilo y casetes, y, por extraño que parezca, no fue solamente el sonido del CD que atrajo a las masas, sino la durabilidad y el sonido sin ruido del audio digital lo que las embelesó. Las reacciones de los aficionados al buen sonido fueron mixtas, algunos gustaban de la claridad de los CDs, mientras otros pensaban que el sonido de los CDs era frío y áspero. Yo estaba en el segundo grupo y esperé hasta 1989 antes de que comprara mi primer reproductor de CD.
El CD fue una evolución del formato de vídeo analógico LaserDisc que debutó en 1978. Prototipos de reproductores fueron desarrollados independientemente por Philips y Sony a mediados y finales de 1970. Las dos empresas colaboraron en el desarrollo del CD.
Yo era vendedor de equipos de audio de alta calidad en la década de 1980, por lo que puedo decir por experiencia propia que las ventas de tocadiscos aumentaron después que la gente escuchó las primeras generaciones de los reproductores de CD. Yo derivaba un gran placer vendiendo platos tocadiscos a los clientes que buscaban un reproductor de CD. Ellos simplemente suponían que los CDs sonaban mucho mejor que los LPs, lo cual no era cierto. Yo tenía un montón de duplicados de CDs y LPs, y sólo tenía que comparar el sonido del CD con el del LP, y eso bastaba. Mi promedio de éxito convenciendo a los clientes que buscaban por un reproductor de CD a que en vez compraran un tocadiscos, era alrededor de 75 por ciento. Mis pruebas eran "ciegas"; yo no identificaba cuál era cuál, solo les preguntaba cuál sonaba mejor, "A" o "B". La mayoría prefería el LP. El reproductor de CD y el tocadiscos tenían por lo general el mismo precio. Mis ventas de tocadiscos se mantuvieron fuertes a través de la década de 1980, pero las ventas de reproductores de CDs ganaron terreno a medida que pasaron los años.
El otro factor en favor de los LPS era el precio; los CDs eran dos veces más caros que los LPS, y esa diferencia de precio se prolongó durante un largo tiempo. Ahora, por desgracia, los LPs cuestan el doble del precio de los CDs.
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