Joel Mokyr, Philippe Aghion y Peter Howitt ganaron el
Premio Nobel de Economía, por sus explicaciones del crecimiento
económico impulsado por la innovación.
Este es el último galardón del año que se entrega en reconocimiento a
destacadas contribuciones a la humanidad, según la Fundación Nobel en
Suecia.
La Real Academia de las Ciencias de Suecia decidió otorgar el premio en
dos mitades, la primera a Mokyr, de la Universidad Northwestern
(EE.UU.)
"por haber identificado los prerrequisitos para el crecimiento sostenido
a través del progreso tecnológico".
La otra mitad se otorgó de modo conjunto a Philippe Aghion, del Collège
de France e INSEAD y la London School of Economics and Political Science
(Reino Unido) y a Peter Howitt, de la Universidad Brown (EE.UU.)
"por la teoría del crecimiento sostenido a través de la destrucción
creativa".
Mokyr utilizó fuentes históricas como un medio para descubrir las
causas de que el crecimiento sostenido se convierta en la nueva norma.
"Mejor calidad de vida, salud y bienestar"
"El trabajo de los galardonados demuestra que el crecimiento económico no
puede darse por sentado. Debemos defender los mecanismos que subyacen a la
destrucción creativa para no caer en el estancamiento", dijo el presidente del Comité del premio en Ciencias Económicas, John
Hassler.
La Academia recordó que durante los últimos dos siglos, por primera vez en la
historia, "el mundo experimentó un crecimiento económico sostenido" que
logró
"sacar un gran número de personas de la pobreza y sentó las bases de
nuestra prosperidad".
En este sentido, destacaron que
el avance de la tecnología es la base del "crecimiento económico
sostenido, que se traduce en una mejor calidad de vida, salud y bienestar
para las personas de todo el mundo".
Aunque, señalan, no siempre fue así, que el estancamiento fue la norma durante
la mayor parte de la historia de la humanidad.
Y aquí entra en juego los estudios de los laureados.
Joel Mokyr, nacido en 1946 en Leiden, Países Bajos, utilizó fuentes
históricas como un medio para descubrir las causas de que el crecimiento
sostenido se convirtiera en la nueva normalidad. Demostró que, para que las
innovaciones se sucedan en un proceso autogenerado,
"no solo necesitamos saber que algo funciona, sino también tener
explicaciones científicas de por qué",
detallaron desde la Academia.
Según el historiador económico, antes de la Revolución Industrial la
innovación tecnológica se basaba principalmente en conocimiento práctico sin
fundamento científico. La gente sabía que algo funcionaba, pero no por qué.
Este conocimiento científico limitado dificultaba, incluso imposibilitaba,
construir sobre los descubrimientos existentes.
La Revolución Científica de los siglos XVI y XVII cambió esto. Los
científicos comenzaron a insistir en métodos de medición precisos,
experimentos controlados y resultados reproducibles. Esto mejoró la conexión entre el conocimiento científico y el práctico,
facilitando la acumulación de conocimiento útil que podía aplicarse en la
producción de bienes y servicios.
Mokyr también enfatizó la importancia de que la sociedad sea abierta a
nuevas ideas y permita el cambio. Demostró que el crecimiento sostenido
comenzó en Gran Bretaña en parte porque allí había muchos artesanos e
ingenieros capacitados que podían transformar ideas en productos comerciales,
y porque las instituciones británicas no permitían que los grupos
privilegiados bloquearan fácilmente los cambios.
La teoría de la destrucción creativa
Philippe Aghion, nacido en 1956 en París, y Peter Howitt, nacido
en 1946 en Canadá, abordaron las mismas preguntas desde una perspectiva
diferente. En un artículo conjunto de 1992,
construyeron un modelo matemático de lo que se conoce como destrucción
creativa: cuando un producto nuevo y mejor entra al mercado, las empresas que venden
los productos anteriores pierden terreno.
La innovación es creativa porque construye sobre ideas nuevas, pero también
es destructiva porque las empresas cuya tecnología queda obsoleta son
desplazadas del mercado.
Este proceso ha cambiado fundamentalmente las sociedades durante los últimos
dos siglos.
El modelo de Aghion y Howitt fue pionero porque analizó la
economía como un todo interconectado, considerando cómo la producción, la
investigación y desarrollo, los mercados financieros y el ahorro de los
hogares están vinculados y no pueden analizarse de forma aislada.
Su teoría muestra que las empresas invierten en investigación y desarrollo
porque pueden obtener ganancias temporales como líderes del mercado. Sin
embargo, esto crea incentivos para que otras empresas mejoren aún más el
producto o método de producción. Este ciclo continuo impulsa el crecimiento
económico.
Lecciones para el presente
Los laureados demuestran de diferentes maneras cómo la destrucción creativa
crea conflictos que deben manejarse de manera constructiva. De lo contrario,
la innovación será bloqueada por empresas establecidas y grupos de interés que
corren el riesgo de verse perjudicados.
Esta noticia ha sido construida con información proveniente de artículos
publicados por BBC Mundo News
e
Infobae
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