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sábado, 26 de abril de 2014

POR QUÉ LA NEUTRALIDAD DE LA RED ESTÁ EN PELIGRO (Y TE DEBE PREOCUPAR)

Por Manuel Ángel Méndez
GIZMODO

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Si nada lo remedia, Internet, tal y como lo conocemos, podría cambiar para siempre. El regulador de las telecomunicaciones en EE.UU., la FCC (Federal Communications Commission) se prepara para discutir y aprobar una nueva normativa que podría cargarse el principio de la neutralidad de la red, ese que establece que los proveedores de conexión de Internet no pueden ofrecer trato preferencial a ciertos contenidos. El borrador de la ley de la FCC ya circula y no hay buenas noticias.

Medios como el WSJ han tenido acceso al borrador con el que trabaja la FCC y hay motivo para preocuparse. La normativa es un arma de doble filo. Por un lado, su principal objetivo es asegurar una Internet abierta y libre: que ningún operador pueda bloquear el acceso de los ciudadanos a ningún contenido online. Bien. Lo malo es que, por otro lado, la FCC planea dejar abierta la posibilidad de que los grandes proveedores de Internet puedan cobrar a los creadores de contenidos y servicios. En este escenario, gigantes como Disney, Netflix, Amazon o Google pagarían a los operadores para que sus contenidos y servicios tengan un trato preferencial, un "carril rápido" en el que estarían accesibles (previo paso por caja) a mayor velocidad y calidad. Ahí está el peligro.

¿Qué ocurriría?

El fin de la neutralidad de la red sería nefasto para empresas y consumidores. Las grandes multinacionales (los Google, Netflix y compañía) tendrían ventaja sobre las pequeñas start-ups de Internet ya que podrían permitirse acuerdos millonarios con los proveedores para hacernos llegar sus contenidos en mejores condiciones. Para nosotros, los consumidores, significaría el adiós a un acceso igualitario a Internet. Se crearían diferentes niveles de acceso y coste en los que, si quieres ver la última película de Disney o serie en Netflix en la mejor calidad y velocidad posible, o acceder a servicios de Google al instante, tendrías que pagar por una conexión mensual a Internet más cara de lo que ya es.

Pero, solo afecta a EE.UU. ¿no? No. El hecho de que la batalla por la neutralidad de la red se esté librando en EE.UU. y no (de momento) en España, México o el país desde donde leas esto, no es motivo para mirar a otro lado y despreocuparse. Si la normativa que tiene entre manos la FCC se aprueba tal y como circula ahora mismo, será el perfecto precedente para operadores de todo el mundo de intentar presionar a sus gobiernos para hacer exactamente lo mismo.

Lo preocupante es que el desbaratamiento de la neutralidad de la red ya ha comenzando. Una corte federal de EE.UU. falló el pasado enero en contra de este principio aferrándose a un tecnicismo sobre la definición de qué es el "servicio de banda ancha". Al considerarse un "servicio de información", y no de "telecomunicaciones", la FCC no tiene jurisdicción sobre ello, por lo que, incluso si quisiera, no puede establecer qué pueden o no hacer los operadores. Se necesitaría cambiar la regulación al completo, y no está claro que la FCC esté por la labor.

La FCC lo niega

Ayer, el presidente de la FCC, Tom Wheeler, negó en un comunicado que la nueva normativa vaya a abrir la puerta a romper el principio de la neutralidad de la red. "Hay informaciones de que la FCC va a cortar el principio de la Internet Abierta. Son completamente falsas. Mañana [por hoy jueves 24] enviaremos a la Comisión una nueva propuesta sobre la Internet Abierta que restaurará los conceptos de neutralidad de la red de forma consistente con el fallo judicial de Enero", ha asegurado Wheeler.

Está por ver qué ocurrirá finalmente con esa nueva propuesta de la FCC. La Comisión la comenzará a discutir internamente a partir de hoy y se publicará para opinión pública el 15 de Mayo. La votación final sobre la regulación, con o sin cambios, no se producirá hasta final de año.

Hay esperanza de que todo quede como está, o se imponga el sentido común. La Casa Blanca parece dispuesta a mantener el principio de la neutralidad de la red, y habrá una fuerte oposición de los grupos defensores del mismo. Pero algo está muy claro: lo que ocurra en EE.UU. afectará a las regulaciones que veremos en otros países en los próximos años. Aunque no necesariamente de forma negativa. Tal vez (ojalá) genere reacciones opuestas, como en Brasil, que acaba de aprobar una ley para conseguir todo lo contrario: proteger la privacidad online y la neutralidad de la red. La batalla por el dominio de Internet, en uno u otro sentido, acaba de empezar.

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