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viernes, 4 de octubre de 2013

POR FAVOR, TWITTER, SIGUE SIENDO DIFERENTE DESPUÉS QUE SALGAS A BOLSA

Por FARHAD MANJOO
WSJ


Las particularidades de Twitter es lo que lo hacen exitoso, la salida a bolsa podría obligar a la empresa a cambiar.

Soy un usuario crónico de Twitter. Uso Twitter más que cualquier otro medio de comunicación, después del correo electrónico. Lo reviso justo después de levantarme, y antes de acostarme, y como mil millones de veces en medio. (Dé por hecho que actualicé Twitter tres veces por cada enunciado en este artículo). Tuiteé mi boda, los nacimientos de mis hijos y mis cirugías importantes.

Bromeo con mi esposa —quien, como la mayoría de la gente sensata, no usa Twitter, pero le encanta Facebook — que al ignorar el servicio de microblogueo, está perdiendo la faceta más interesante de mi personalidad. Lo triste es que, en la mayoría de los días, esto no es broma: @fmanjoo normalmente es mucho más divertido que Farhad Manjoo.

Pero como con todos los amores verdaderos, nunca he sido capaz de explicar lo que Twitter me da, o el motivo por el que es tan cautivador. Creo que nunca he convencido a una sola persona que conozco en la vida real a registrarse en Twitter. Twitter Inc., la empresa, parecer tener un problema semejante. Por mucho tiempo ha batallado con el dilema de los usuarios inactivos —mucha gente que se registra no lo usa— y los informes sugieren que el crecimiento del número de usuarios se ha desacelerado. En parte esto se debe a las convenciones rebuscadas, como todos esos misteriosos símbolos de @ y #.

Sin embargo hay una razón de fondo para que Twitter no sea más popular: Twitter es fundamentalmente un servicio extraño y casi surrealista. A diferencia de Facebook, no es para todos. Eso es lo que les encanta a los iniciados; pero ahora que Twitter saldrá a bolsa y busca crecer, su rareza inherente corre peligro.

Cuando cotice en bolsa, Twitter se verá obligado a hacer un par de cosas que no consideraría bajo otras circunstancias. Primero, tendrá que poner muchos más avisos. Esto no es sorprendente, pues todas las empresas aumentan el volumen en algún momento, y no será destructivo. Los avisos de Twitter, que aparecen como tuits, son menos molestos que otras formas de publicidad en la web. Pero Twitter también enfrentará una intensa presión para modificar su servicio para atraer a un público más amplio.

Para cumplir con las expectativas de crecimiento de los inversionistas, Twitter será cada vez más presionado a imitar servicios como Facebook e Instagram: dar más énfasis a imágenes y videos que al texto, destacar las interacciones entre amigos o imponer algo de orden en el caótico y volátil flujo de tuits. El peligro de la oferta pública inicial de Twitter es que lo propulsará a transformarse en algo para todos, algo que no es.

Como he argumentado antes, la mayoría de los servicios web despegan ofreciendo una versión análoga en línea de actividades que hacemos en el mundo real. Facebook es una guía telefónica en línea, Google una biblioteca en línea, y Amazon una tienda en línea. Estos servicios tienen una lógica instantánea para los usuarios nuevos. Twitter es distinto. ¿Qué es Twitter? Es una radio de onda corta. Las actividades para las que Twitter es bueno —publicar enlaces y comentarios públicos, hacerse "amigo" de personas que no conoce en persona, seguir las últimas noticias— no son algo común para todos. Twitter es una plataforma natural para celebridades, periodistas, políticos, comerciantes y cualquier persona que quiere cultivar seguidores o establecer contacto con desconocidos. Pero la mayoría de la gente no tiene nada que vender, no tiene una marca que pulir y muchos de nosotros desconfiamos de publicar algo que todo el mundo pueda ver.

Un uso potencialmente estupendo de Twitter es como un servicio de noticias en tiempo real. Cuando un legislador está tratando de retrasar un proyecto de ley, una celebridad está en proceso de autodestrucción o está ocurriendo algún desastre, Twitter es lugar más emocionante para seguir la noticia. Pero incluso esto es de interés limitado. Como periodista, no puedo despegar mis ojos de Twitter porque me encantan las noticias. Sin embargo, para los que no son periodistas, la narración caótica y cambiante que se genera en Twitter cuando algo grande sale a la luz tiene beneficios dudosos. (Le conviene salirse de Internet y esperar a que se calmen las cosas para encontrar las noticias más precisas; los ataques terroristas en Boston son un ejemplo).

Además, las últimas noticias simplemente no son un negocio tan grande. En horario estelar, los canales de cable atraen de manera colectiva unos cuantos millones de televidentes diarios. Eso no está mal, pero tampoco es un montón. Además, las noticias tienen un público fluctuante, mientras que otras aplicaciones sociales proporcionan un atractivo constante. Según comScore, un 20% del tiempo que los estadounidenses dedican a los teléfonos móviles se destina a Facebook. Un 3% de ese tiempo se pasa en Instagram. Twitter, por su parte, consume solo 1,4% de su tiempo.

Lo cual está bien. Tal cual es, Twitter sigue siendo lo suficientemente grande para ganar mucho dinero por avisos. (Los documentos de la salida a bolsa de Twitter son confidenciales; un análisis por la firma de investigación eMarketer estima que los ingresos publicitarios de Twitter se acercarán a US$600 millones este año, y US$1.000 millones en 2014). Además de ganar dinero de avisos, probablemente puede desarrollar un negocio bastante bueno vendiendo sus datos para que sean analizados por los anunciantes.

El problema es que cuando cotice en bolsa Twitter no tendrá el lujo de seguir siendo un negocio pequeño "bastante bueno". Los inversionistas querrán crecimiento, and Twitter tendrá la tentación de ceder. Eso podría estar ocurriendo ya. Según Matt Buchanan de la revista New Yorker, el rediseño de la aplicación móvil de Twitter ofrecerá una experiencia más gráfica que expanda fotos y videos automáticamente en el flujo de tuits del usuario. Hace unas semanas, Twitter presentó otra característica diseñada para hacer que el servicio sea más apetecible cuando la gente habla entre sí en el servicio: sus tuits ahora aparecen juntos, en lugar de mantener el orden cronológico que antes dominaba el flujo de entradas.

Buchanan dice que estos cambios imitan al muro de noticias de Facebook, y no puedo evitar estar de acuerdo. Y eso es una lástima. Para mí, lo que hace que Twitter sea un lugar tan adictivo es que está precisamente diseñado para satisfacer mis necesidades como figura pública. El riesgo es que al hacerse más acogedor, se vuelva al mismo tiempo más genérico: se vuelve menos como Twitter y más como todo lo demás. Eso podría ser bueno para sus ganancias, pero a @fmanjoo no le va a gustar.

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