martes, 3 de septiembre de 2013

ANÁLISIS

NOKIA, LA CAÍDA DEL GIGANTE
J.M.Sánchez / Madrid


La empresa finlandesa se mantuvo hasta 2012 y durante catorce años como el principal fabricante de móviles. Microsoft acaba de comprar su negocio en movilidad

Se veía venir desde que Stephen Elop, procedente de Microsoft, se hizo cargo de Nokia en 2010. La alianza entre ambas empresas era evidente. Ante el pujante desarrollo del sistema operativo Windows Phone, la finlandesa dio de lado el suyo propio, Symbian, para tratar de abrirse un hueco entre iOS y Android, este último principal dominador.

Su férrea defensa de la plataforma de Microsoft fue duramente criticada por los accionistas que no entendían cómo se lanzaban de lleno a un sistema con poca cuota de mercado. ¿Imposible crecer? Elop provocó que el destino de la compañía acabara en un único as en la manga.

La relación entre ambos no es nueva. En 1998, Bill Gates se puso en contacto con el presidente de Nokia para plantearle la idea de lanzar un sistema operativo conjunto, pensado para que fuera el claro dominador del mundo de la telefonía como lo había hecho Windows con el de los PC. Pero aquel proyecto nunca comenzó y Nokia decidió entregarse a Symbian.

Cambio de tendencia

Cuando uno habla de telefonía móvil se le viene a la cabeza varios nombres, entre ellos, Nokia, líder de ventas durante 14 años y que se vio superado en 2012 por el gigante Samsung. No vieron venir la llegada de los dispositivos inteligentes, táctiles, complejos. Hubo un tiempo en el que 1 de cada 3 teléfonos del mercado había sido diseñado en Finlandia. Pero todo cambió.

Acusada de ser un buen ejemplo de tener un mal enfoque del mercado, ha pasado de ser la primera empresa global a estar fuera incluso del top cinco. En solo dos años. Pese a todo, la compañía ha resistido el envite en los países emergentes, donde es una gran potencia gracias a sus productos sencillos y de menor coste que los actuales gama alta, un lujo para infinidad de países. En estos momentos, dispone de una cuota de mercado del 3.7% en el mercado de «smartphones», un 1.9% en España, según los últimos datos de la consultora Kantar. Ha superado a BlackBerry, otro gigante en caída libre.

La batalla la ha perdido y muchos analistas interpretaron la entrada de Elop en Nokia como «el caballo de Troya» de Microsoft. Se debatía acerca de cuándo se lanzaría a comprarla. Hasta ahora. De esta manera, la compañía de software controlará de forma directa la producción de dispositivos, una de sus grandes intenciones desde hace años pero que no ha cuajado. Despidos tras despidos, se había llegado a una situación casi insostenible. Solo el pasado año perdió más de 3,000 millones de euros.

La competencia en el mercado de telefonía es cada vez mayor y está dejando en el camino a otras grandes empresas que han decidido deshacerse de su negocio en movilidad. La finlandesa, para no seguir perdiendo aún más poder, decidió poner toda la carne en el asador con los Lumia de alta gama y ha puesto sus miradas en mercados emergentes como África, cuya demanda de terminales se ha duplicado en el último año.

Centrarse en redes móviles

Nokia se había mantenido como líder en el mercado de la telefonía debido en gran parte a sus ventas de teléfonos de gama baja. ¿Recuerdan el 3310 o el 3210? Juntos llegaron a vender 300 millones de teléfonos. El caso es que se convirtió en el mayor fabricante de móviles del mundo en 1998 cuando le arrebató el primer puesto a Motorola; llegó a tener una cuota de mercado cercana al 40%. La irrupción de Apple al escenario con su iPhone provocó que la empresa perdiera impulso.

En esta difícil batalla de la movilidad, en la que la innovación y la promoción publicitaria juegan un papel importante, Android se ha alzado como sistema operativo de mayor penetración. HTC fue la primera en instalarlo en un móvil, pero ha sido la surcoreana Samsung quien ha sabido capitalizar su éxito. Y le ha salido francamente bien. Este sistema operativo se lanzó a competir en prestaciones con Apple y, además de dejarle grogui, asestó un duro golpe a competidores como Nokia, quien no supo recuperarse.

Una vez completada la operación, previsiblemente a principios de 2014, Nokia se dedicará exclusivamente a la fabricación y venta de redes de telefonía móvil y servicios asociados, actualmente su negocio más rentable. Hace apenas un mes, adquirió por 1,700 millones de euros a su socio alemán Siemens su participación del 50% en la compañía de infraestructuras de telecomunicación Nokia Siemens Networks (NSN), que pasó a llamarse Nokia Solutions and Networks.

Tomado de ABC, España

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