jueves, 22 de septiembre de 2011

Nueva técnica para convertir cáscara de naranja en biocombustible


Leila Battison
BBC

Un grupo de científicos británicos, brasileños y españoles quiere probar una nueva tecnología para convertir los residuos de alimentos como cáscaras de naranja en productos químicos y biocombustibles. La cáscara de naranja, por ejemplo, genera alrededor de 8 millones de toneladas de residuos al año.

Según los científicos, el método podría permitir que los restos de comida se procesaran tanto a nivel doméstico como a escala industrial.

Los investigadores dicen que la tecnología podría proporcionar una fuente renovable de carbono y así hacerle frente al problema mundial cada vez mayor de la eliminación de la basura.

Ellos creen que el método, que trata a los restos de alimentos con microondas concentradas, puede extraer los compuestos químicos útiles que pueden ser aprovechados para producir materiales y biocombustibles.

El método fue presentado por el profesor James Clark, de la Universidad de York de Gran Bretaña, durante el Festival Británico de Ciencia en Bradford.

Junto con investigadores de la Universidad de São Paulo y la Universidad de Córdoba en España, formó la Orange Peel Explotation Company (Compañía para la Explotación de la Cáscara de Naranja) para coordinar la investigación.

Residuos en cantidad

Los restos son un producto inevitable de los procesos cada vez más complejos del suministro mundial de alimentos, en el que los residuos orgánicos no utilizados se producen en grandes cantidades en las distintas etapas: en las áreas de cultivo, en las fábricas que procesan alimentos, o por los propios consumidores.

En la producción de yuca en África, por ejemplo, cada año quedan 228 millones de toneladas de almidón no utilizadas. En Europa, las plantaciones de café producen cada año 3 millones de toneladas de residuos.

En la producción comercial de jugo de naranja en Brasil se usa sólo la mitad de la fruta que se utiliza, y el resto se transforma en residuo. La cáscara de naranja genera alrededor de 8 millones de toneladas de residuos al año.

El principal objetivo de los investigadores es poner a prueba la tecnología en Brasil para aprovechar los restos de las naranjas.

Potencial

"Se tritura la cáscara y se pone todo en un campo de microondas, como se haría en un horno doméstico, pero con una potencia mucho mayor. El microondas activa la celulosa y provoca la liberación de varios elementos químicos", explica Clark.

Uno de estos productos químicos, el d-limoneno, se puede utilizar directamente en la fabricación de perfumes y otros productos químicos.

Los productos químicos derivados de la cáscara de naranja podrían ser utilizados para la fabricación de muchos de los materiales que actualmente dependen del petróleo.

Aunque la tecnología todavía está en período de prueba, Clark se mostró optimista sobre el potencial de su uso con todo tipo de residuos y en diferentes escalas.

La tecnología de microondas podría procesar cualquier cosa que contenga celulosa y funcionaría especialmente bien con papel y cartón.

Los investigadores estiman que si la nueva tecnología llegara a estar disponible comercialmente, sería posible procesar alrededor de 6 toneladas de desperdicios de comida por hora con una sola máquina.

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