martes, 19 de julio de 2011

Tecnología nueva, pero las mismas mentiras viejas


TECNOLOGÍA Y SOCIEDAD
Por AUSTIN CONSIDINE

Cuando el pintor de Indianápolis de 24 años de edad recibió un mensaje de su novia diciendo que estaba con las chicas, el breve texto en su teléfono no dio motivo a sospechas. Meses más tarde, después de la ruptura, se enteró que esa noche ella lo estaba engañando.

No fue la única vez que trató de engañarlo por medio de texto, dijo él. "Sin estar ella físicamente en frente de mí durante la comunicación, yo no tenía forma válida de juzgar si estaba o no diciendo la verdad", dijo el pintor, a quien se concedió anonimidad debido a que su ex novia no estaba presente para contar su lado de la historia.

Muchos creen que es más fácil mentir por medio de texto que por teléfono o en persona, pero investigaciones recientes indican que ello no es necesariamente cierto.

Siempre hemos mentido; las nuevas tecnologías no están más que cambiando las formas y los motivos por los que mentimos. Tomemos la "mentira mayordomo", un término acuñado por investigadores de la Universidad Cornell en 2009 para describir las mentiras que amablemente inician y terminan conversaciones de mensajería instantánea. ("¡Me tengo que ir, el jefe se acerca!") Como los mayordomos, que actúan como amortiguadores sociales, diciendo a otros que estamos almorzando cuando en realidad los estamos evitando.

Estar constantemente accesible hace las mentiras mayordomo necesarias para mucha gente, y los investigadores de Cornell concluyeron en un estudio posterior que las ambigüedades inherentes a los mensajes de texto tradicionales también las hacen más fáciles. Quienes envían textos por lo general no saben cuándo los mensajes salientes son leídos, dónde están sus destinatarios o lo que están haciendo.

De 5,396 textos examinados, el 10.7 por ciento eran engañosos. De ellos, 30 por ciento eran mentiras mayordomo, en comparación con menos del 20 por ciento de las mentiras a través de mensajes instantáneos.

Sin embargo, la tecnología ya está poniendo sitio a las mentiras de mayordomo. Servicios tales como BlackBerry Messenger permiten a los usuarios enterarse de cuando los textos fueron leídos, efectivamente torpedeando la excusa: "lo siento, el teléfono no tenía energía ayer por la noche". Aplicaciones de "Seguimiento de amigo" como Google Latitude permiten a las personas localizar geográficamente los teléfonos móviles de sus amigos. No más decir "atrapado en tráfico" cuando en realidad se quedó dormido.

"Las mentiras de mayordomo y mentir en texting son en general basados en la ambigüedad que el medio le ofrece", dijo Jeremy Birnholtz, profesor de comunicaciones de la Universidad de Cornell y uno de los autores de los estudios. "A medida que comienzas a amenazar esa ambigüedad, cambia la forma en que mientes."

La gente ya se está adaptando, y ha encontrado la manera de eludir BlackBerry Messenger y cómo leer los textos sin ser detectados, dijo el Dr. Birnholtz. Otros forman "clubes de mentirosos", grupos que apoyan los textos falsos de unos y otros.

Pero si la tecnología ha dado lugar a nuevas artimañas, ¿estamos en realidad mintiendo más hoy día? Hasta ahora, los investigadores dicen que no.

"Los mensajes de texto y otras formas digitales de comunicación son realmente nuevas, por lo que nuestras creencias acerca de ellas tienden a estar más en el lado negativo/ sospechoso", escribió en un e-mail Jeff Hancock, profesor de comunicaciones y otro de los autores de los estudios de Cornell.

El Dr. Hancock dijo que creía que la gente realmente miente más a menudo por teléfono que por texto, consciente de que las mentiras son reproducibles, una vez escritas y enviadas.

"Decir cualquier cosa que usted no desea compartir en un texto es una idea horrible", dijo. "Usted está básicamente dando al blanco de su mentira una copia de esta".

New York Times

8 de Julio de 2011

Traducido por Isaías Ferreira (metransol@yahoo.com)

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